Tecnologías de la información y la comunicación. Las
TIC han desbordado e impactado todos los sectores de la sociedad del
conocimiento y los cambios se perciben con claridad; sin embargo, en el sector
educativo las prácticas de aula han cambiado muy poco, casi nada y, en este
sentido, la brecha entre quienes acceden a las TIC y quienes no se hace más
profunda, en detrimento de las clases menos favorecidas y con menos
posibilidades de acceso a los bienes y servicios culturales. Desde esta
perspectiva, el doctor Julio Cabero propone: “invertir el esfuerzo en construir
nuevos modelos de enseñanza para poder extraer el máximo rendimiento a las
tecnologías que tenemos a nuestra disposición”.[1]
Los doctores Carmen Marta Lazo y José Antonio Gabelas acuñan el concepto de
Factor R-elacional, con el que aluden al nuevo modelo que ellos han bautizado
como TRIC, o Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación, con el que
plantean un nuevo escenario de contextos y mediaciones en la comunicación
digital y móvil. Desde una perspectiva educomunicativa, proponen métodos
innovadores para llevar a cabo prácticas de aprendizaje digital en entornos
presenciales, semipresenciales y virtuales.
El rol de la educación con la inclusión de las TIC. El tránsito de un modelo de integración a otro de
inclusión de las TIC en la educación colombiana implica profundas
transformaciones en la escuela que van desde cambios en su infraestructura
hasta la innovación en sus prácticas con uso de TIC. En tal sentido la
propuesta de los doctores Lazo y Gabelas, descrita más arriba, acerca de
aprendizaje digital en medios presenciales se erige como alternativa para
incluir las tecnologías de la información y la comunicación en nuestras
prácticas de aula.
Didáctica de la imagen en el aula. A pesar
de la proliferación de imágenes que invaden la vida cotidiana, sean ellas digitales,
análogas, virtuales o huellas de acontecimientos reales, fija o en movimiento,
poca atención se ha prestado al lenguaje de la imagen en el aula, poco se
atiende a la dimensión comunicativa de ella y al modo en que contribuye a la
construcción cognitiva, social y sensible de los sujetos. Cada vez se hace más
importante investigar y reflexionar sobre la imagen visual y la presencia de
los modos particulares de organización de ella en las estrategias didácticas. Un
planteamiento crucial, en este marco de ideas, es el del modo en que las TIC
han contribuido en la proliferación de la imagen en la mediación del
aprendizaje.
Teoría de la comunicabilidad. Para Giovanni Parodi, la Teoría de la Comunicabilidad se cimienta
en un principio irrenunciable de la acreditabilidad de lo comprendido. Este
consiste en que cada lector debe ser capaz de decir de qué trata el texto leído
y, consecuentemente, defender este punto de vista. En este orden de ideas, el
lector debe reconstruir la lectura inicial que ha realizado y, a la luz de lo
comunicado y en consenso con su audiencia, revisar y eventualmente volver a
comunicar la nueva versión de lo comprendido.[2]
Esta acreditabilidad de lo comprendido tiene el supuesto de la cognición
situada, el supuesto de la interactividad y el supuesto de la
socioconstructividad, de lo que se colige que el desarrollo de los procesos de
comprensión y producción de textos implica i)
contar con los andamiajes para la decodificación de la información, ii) la creación de espacios productores
de pensamiento crítico y reflexivo para fortalecer los procesos cognitivos de
los estudiantes.
Si se acepta que los modelos de enseñanza deben responder
a las nuevas exigencias educativas y realizar prácticas con la incorporación de
las nuevas tecnologías como recurso y medio de aprendizaje, se puede comprender
que una consecuencia inmediata es que los lectores sean más activos y consientes
de la complejidad de los materiales que leen, comprenden y sobre los que
comunican lo comprendido. Es por esto por lo que la teoría de la
comunicabilidad establece la relación entre la comprensión y producción de
textos junto a un programa que se denomina Leer
a través de las disciplinas (LAD), que puede articularse con archivos
electrónicos que contengan textos ejemplares, pertenecientes a géneros
identificados por un grupo de disciplinas y que aluden al conjunto de guías
metodológicas para el desarrollo de estrategias de comprensión de textos.
[1] CABERO
ALMENARA, Julio; RUIZ PALMERO, Julio. Las Tecnologías de la Información y
Comunicación para la inclusión: reformulando la brecha digital. En: Revista
internacional de investigación e innovación educativa, enero de 2017, p. 16-30.
Recuperado de: file:///E:/USUARIO/Downloads/2665-8692-1-PB%20(2).pdf
[2] PARODI SWEIS,
Giovanni. La teoría de la Comunicabilidad: Nota para una concepción integral de
la comprensión de textos escritos. En revista signos 2011, 44(76), p. 146-154.
Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/pdf/signos/v44n76/a04.pdf